Enclavado en pleno espacio natural del Parque Natural Montes Obarenes, Ranera es una de las tres entidades locales menores del municipio de Partido de la Sierra, en pleno valle de Tobalina. Una zona de gran belleza natural, y aunque conocida por algunos visitantes, es todavía una zona por desarrollar turísticamente. Prueba de ello es la escasez de alojamientos en la zona, lo que llevó a impulsar lo que hoy es una realidad: el Hotel Rural El Molinar.

“Esto en principio iba a ser un albergue juvenil que se iba a hacer por fases y al final se planteó un Hotel Rural”, explica el alcalde de Partido de la Sierra, Luis María Gómez.

Arrancaba así un proyecto que finalmente abriría sus puertas el 13 de julio de 2019 tras varios años de trabajo. Según explica el primer edil, en los inicios recibió una pequeña subvención por parte de la Junta de comunidades de Castilla y León, debido a su enclave en una zona de espacios naturales. Ya en 2015 fue uno de los proyectos financiados por la primera convocatoria de la orden ministerial IET referente a las asignaciones a los municipios del entorno de las instalaciones nucleares. Gracias a su aportación de 50.187,15 euros se financió el 50% de la equipación.

 

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Instalación municipal de gestión privada

El hotel es municipal y su gestión cedida a una empresa privada. Se compone de tres plantas, de unos 200 metros cuadrados. En la planta baja dispone de almacén y lavandería. Allí también se ubican 18 bicicletas eléctricas para alquilar que forman parte de un segundo proyecto presentado a esta misma orden ministerial al año siguiente. Así, todo aquel huésped que lo desee dispone de este servicio de bicicletas eléctricas para poder disfrutar de un paseo por la zona.

La segunda planta es la que está a pie de calle. En ella encontramos un comedor, con una gran cristalera desde la que puede disfrutar del paisaje exterior, bar y cocina, así como una pequeña despensa. Por último, en la planta superior hay siete habitaciones dobles. Una de ellas adaptada para discapacitados y otra de mayor dimensión con una cama de matrimonio, un sofá cama y dos literas para una familia.

Desde el año pasado también cuenta en su exterior con una pista polideportiva pública con pista de tenis, futbol y baloncesto.

Además, hay un jardín donde se ha habilitado una terraza y es especialmente valorado por los visitantes y vecinos de localidades cercanas, especialmente en estos tiempos de pandemia, según señala el primer edil.

“Esto está al lado de Frías, conocida como la ciudad más pequeña de España, que tiene mucho turismo. Apenas lo separan cinco kilómetros y está de paso a pie de carretera”, apunta Gómez, quien señala que el arranque y primeros meses, antes de la pandemia, fueron buenos. “En la zona hay casas rurales, pero no mucha oferta para hospedarse y sí que viene gente. Ahora solo de la comunidad, pero si estuviéramos abierto se notaría mucho la visita desde el País Vasco”, señala no sin cierto lamento este alcalde de este municipio que no llega al centenar de habitantes censados. Gómez es sabedor que cualquier iniciativa de este tipo supone un impulso para asentar población y fomentar la economía de la zona. De hecho, este hotel ha supuesto la creación de cuatro puestos de trabajo: un autónomo y gestor del negocio y tres empleados más.

Por ello, este alcalde tiene previsto la construcción de otra casa rural en Cubilla de la Sierra mientras en Valderrama están en trámites para la compra de una casa para levantar otro alojamiento rural. Ambas entidades locales menores pertenecientes a su municipio.

Además, ya han aprobado la contratación de una empresa que va a construir unos balcones a la naturaleza y que se incluyen en una red de senderos con tres miradores para unir las tres pedanías de Partido de la Sierra.