La Asociación de Municipios en Áreas de Centrales Nucleares (AMAC) ha reiterado su postura de defensa de la ampliación del funcionamiento de las centrales nucleares en España, ya que no existen argumentos ni técnicos ni medioambientales que justifiquen su cierre y supone una energía efectiva y limpia frente al cambio climático, en la línea de la tendencia actual en Europa.
Así lo señaló ayer el presidente de la Asociación de Municipios en Áreas de Centrales Nucleares (AMAC), Pedro Sánchez Yebra, durante la celebración de la Asamblea General de la Asociación de Municipios Europeos con Instalaciones Nucleares (GMF) en Paks (Hungría). Precisamente en este condado se ubica la única central nuclear de Hungría, que con sus cuatro reactores, produce más del 45% de la energía del país, y que el pasado año obtuvo una nueva prolongación de su vida útil por 20 años. Además, se están construyendo 2 nuevos reactores con una potencia instalada de 1.400 MW en el mismo emplazamiento.
Sánchez Yebra intervino en el seminario celebrado en el marco de esta Asamblea y que pone el foco en las comunidades y operadoras eléctricas como partes interesadas en el futuro de las instalaciones nucleares. En este sentido, el presidente de AMAC abordó los planes de desmantelamiento de instalaciones nucleares en España, alertando sobre el profundo impacto socioeconómico que conlleva el cierre de las centrales nucleares (CN) en España
Durante su intervención incidió en que dicho cierre supone la pérdida de hasta un 70% de los ingresos municipales, derivados principalmente de impuestos especiales como el IAE y el BICES, que representan entre el 63% y el 85% de los presupuestos locales. “A ello se suma la desaparición de miles de empleos directos, indirectos y temporales asociados a las plantas, lo que afecta gravemente a territorios rurales de entre 500 y 6.000 habitantes, acelerando procesos de despoblación y envejecimiento demográfico”, agregó.
El caso de Almaraz es ilustrativo: el cierre de sus dos reactores implicaría la pérdida de más de 15 millones de euros anuales en ingresos municipales y una reducción del 36% de la población activa. Estas consecuencias dejan a los ayuntamientos en una situación de dependencia de ayudas públicas, con un futuro económico y social muy limitado.
Aunque se han impulsado iniciativas de diversificación y programas de ‘transición justa’, estas medidas no compensan la magnitud de la pérdida para los territorios. “En definitiva, los municipios son las principales víctimas del desmantelamiento nuclear, viéndose privados de su motor económico y de su capacidad de desarrollo”, añadió.
Sánchez Yebra subrayó que el caso español resulta especialmente llamativo porque se produce en un contexto internacional radicalmente distinto. “Mientras países de nuestro entorno y potencias globales como Estados Unidos, Japón o China están prolongando la vida útil de sus centrales nucleares o incluso construyendo nuevas unidades, España avanza en un calendario de cierres que debilita su independencia energética, reduce su competitividad industrial y amenaza con agravar la brecha territorial”.
Frente a este panorama, AMAC reivindica nuevamente la ampliación de la vida útil de las centrales nucleares españolas, e insta a eléctricas y Gobierno a dialogar y acordar un nuevo calendario acorde a la situación actual.
Sánchez Yebra estuvo acompañado por el vicepresidente, Miquel Ángel Ribes y la secretaria general de AMAC, Arancha Rosado, junto con la Comisión de Relaciones Europeas e Internacionales de esta Asociación.
Durante estos días la delegación española ha tenido ocasión de visitar la central nuclear de PAKS y el almacén de residuos radiactivos de Bátaapáti, donde se gestionan y guardan los residuos de Media y Baja Actividad generados por la Central Nuclear Húngara.
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