La Asociación de Municipios en Áreas de Centrales Nucleares (AMAC), representada por su presidente, Juan Pedro Sánchez Yebra, ha suscrito en la mañana de hoy un protocolo para el desarrollo del proceso participativo del diseño de un Convenio de Transición Ecológica de la zona de Garoña con el Ministerio de Transición Justa y Reto Demográfico, los Gobiernos de Castilla y León y del País Vasco y la Federación Española de Municipios y Provincias (FEMP).

El protocolo tiene como objeto establecer un marco general de colaboración e intercambio de información entre el Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico, las comunidades autónomas de Castilla y León y País Vasco y la Federación Española de Municipios y Provincias, para poner en marcha el proceso participativo de diseño del Convenio de Transición Justa de Garoña, incluyendo la fijación de los objetivos estratégicos para la transición justa que garanticen el crecimiento económico sostenible, bienestar social y empleo de este territorio.

Este convenio permitirá identificar y adoptar medidas para minimizar los impactos negativos sobre la actividad económica, el empleo y la despoblación en el área de influencia de esta central nuclear, como fórmula para garantizar un tratamiento equitativo y solidario a los trabajadores y los territorios afectados.

A la firma del mismo, de forma telemática, han asistido, además de Juan Pedro Sánchez Yebra, presidente de AMAC; la secretaria de Estado de Energía del Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico (MITECO), Sara Aagesen; el consejero de Economía y Hacienda de la Comunidad de Castilla y León, Carlos Fernández Carriedo; la consejera de Desarrollo Económico, Sostenibilidad y Medio Ambiente del Gobierno Vasco, Arantxa Tapia Otaegi; y Carlos Daniel Casares, secretario general de la FEMP, en representación de la Federación Española de Municipios y Provincias (FEMP).

Para el desarrollo del dicho protocolo, las partes firmantes, de forma coordinada, pondrán en común cuanta documentación e información dispongan para el diagnóstico concreto de las necesidades, dando el apoyo técnico para que se pueda desarrollar el proceso participativo de definición del contenido del Convenio de Transición Justa de Zorita.

El Convenio de Transición Justa de Garoña incluirá 27 municipios, de los cuales 24 pertenecen a la Comunidad de Castilla y León, en concreto a las comarcas de Las Merindades, Bureba y Ebro. Los tres municipios restantes están ubicados en el País Vasco. Del total de municipios, 14 pertenecen a AMAC.

“El Convenio nos ayudará a optimizar las numerosas oportunidades que la transición energética y ecológica puede significar para esta zona. Hoy, abrimos una importante vía de colaboración con todas las administraciones, para que entre todos consigamos los mejores resultados en este proceso para la gente y las empresas de estas zonas”, ha señalado la secretaria de Estado de Energía.

Sara Aagesen ha anunciado el inicio del proceso de participación pública que se abrirá el próximo 20 de mayo “porque estamos convencidos de que este recorrido debe ser participado y de que la inteligencia local debe estar al servicio de la trasformación de los territorios en transición energética”.

Por su parte, el presidente de AMAC, Juan Pedro Sánchez Yebra, ha agradecido al Ministerio de Transición Justa y Reto Demográfico que cuente con AMAC como un actor más en el diseño y estrategia de planes de desarrollo para parte de sus municipios integrantes y que serán esenciales para el futuro de los mismos.

En esta línea, se ha mostrado satisfecho de que, como ya ocurriera por primera vez en el convenio suscrito para la zona de Zorita, cuente “con nuestra voz y aportaciones”.

 

 

 

 

 

 

Participación pública

La participación pública es una de las claves en la elaboración de los Convenios. Se trata de un proceso transparente e inclusivo en el que multitud de actores (empresas, sindicatos, ayuntamientos, instituciones académicas o asociaciones sin ánimo de lucro, entre otros) tienen la oportunidad de aportar e identificar proyectos para plantear un nuevo tejido productivo en la zona.

Tras el análisis de su viabilidad económica, social y ambiental, las iniciativas que se determinen como las más adecuadas recibirán apoyo técnico para buscar las líneas de financiación que permitan su puesta en marcha.

El Convenio de Transición Justa es el resultado final de este proceso y en él se recoge un plan de acción, con actuaciones concretas que impulsarán la diversificación de nuevas actividades económicas en coherencia con el contexto socioeconómico para garantizar su viabilidad y su mantenimiento a largo plazo.

Las nuevas actividades que se propongan incorporar a los Convenios de Transición Justa deben tener en cuenta, de manera prioritaria, estos aspectos: la energía renovable y la eficiencia energética, la movilidad sostenible, la rehabilitación de edificios, la economía circular, la adaptación al cambio climático, la agricultura ecológica o de secano, la ganadería extensiva o el turismo sostenible, entre otros, aunque se contemplarán otros nichos de empleo particularmente interesantes para las zonas afectadas.

Por último, con el fin de asegurar un adecuado seguimiento del objeto del protocolo y de velar por su cumplimiento y desarrollo, se constituirá una Comisión Mixta de Seguimiento que incluirá a todas las partes firmantes.

Este protocolo tendrá una duración de dos años, prorrogables por otros dos períodos de un año cada uno y es el paso previo a la aprobación del Convenio de Transición Justa de Garoña.

Convenios de Transición Justa

Los Convenios de Transición Justa tienen como objetivo prioritario el mantenimiento y creación de actividad y empleo en el territorio a través del acompañamiento a sectores y colectivos en riesgo, la fijación de población en los territorios rurales o en zonas con instalaciones en cierre y la promoción de una diversificación y especialización coherente con el contexto socioeconómico.

Estos Convenios, que ya se han suscrito en algunas de las zonas dependientes de la industria del carbón y a finales del pasado año el primero en áreas nucleares en la zona de Zorita, implican trabajar en procesos bien diseñados, de modo que se ajusten a las necesidades específicas de los territorios sobre los que se pretende actuar, con amplia participación de todos los actores de la zona. Asimismo, deben aprovechar los recursos del territorio, apostando prioritariamente por aquellos sectores que también presenten mejores resultados de sostenibilidad, tanto ambiental como económica y social.