La Asociación de Municipios en Áreas de Centrales Nucleares y Almacenamiento de Residuos Nucleares (AMAC) defiende la extensión de la vida de las centrales nucleares, en contra de su cierre acordado por el Gobierno y empresas eléctricas, al ser una energía que no emite CO2 a la atmósfera, ayudando a la lucha contra el cambio climático, además de ser un motor de desarrollo, generando cerca de 30.000 empleos en España.

Así lo recoge un manifiesto que ha sido respaldado por unanimidad en la Asamblea General de esta asociación en la que han participado cerca de 50 alcaldes y concejales de municipios de AMAC, y donde ha aprobado sus presupuestos por unanimidad.

Asamblea AMAC celebrada en Almaraz en 2024

No es la primera vez que AMAC hace público su posicionamiento frente al cierre de las centrales nucleares en España. En 2022, la Asociación manifestaba que la planificación reflejada en el Plan Nacional de Energía y Clima (PNIEC) era una decisión “no justificada, no explicada y, por tanto, precipitada, ya que no existen suficientes garantías de que el desarrollo de las energías renovables se realice al ritmo deseado, lo que puede provocar una situación de colapso en el suministro de energía».

Ahora de nuevo, coincidiendo con el reciente Acuerdo de la COP 28 de Dubái, que apuesta por energías que deben implementarse para reducir las emisiones de CO2 para conseguir emisiones cero en el año 2050, recuerdan que la energía nuclear no emite CO2 a la atmosfera, contribuyendo así a la lucha contra el cambio climático.

“A esto debemos sumar que las centrales nucleares generan alrededor de 30.000 empleos en España, de los cuales 8.500 son directos, mantiene una fuerte actividad de I+D cercana a 70 millones de euros anuales, desarrolla conocimiento tecnológico cuya utilidad va más allá de las centrales, además de proveer a la red eléctrica de energía constante y segura de gran valor para la seguridad de suministro, cuyos costes influyen en el mantenimiento de precios de la energía”, ha detallado el presidente de AMAC, Pedro Sánchez Yebra en la rueda de prensa celebrada este jueves tras la Asamblea General.

 

Motor de desarrollo y empleo

Sánchez Yebra ha comparecido junto al vicepresidente de AMAC, Miguel Ángel Ribes; Juan Antonio Díaz Agraz, alcalde de Almaraz y los alcaldes de los municipios cabecera de las diferentes áreas nucleares de España, recordando que los municipios de AMAC conviven con las centrales nucleares desde hace más de 50 años y “si bien en este período se han generado tensiones, no es menos cierto que el balance de esta convivencia es positivo”.

En este sentido, ha resaltado el desarrollo y especialmente empleo que genera y que es de vital importancia para mantener los niveles de población de las zonas que albergan las centrales o el almacenamiento de residuos radiactivos, “las cuales se verán gravemente afectadas, económica y demográficamente, con el cierre de las centrales nucleares”.

alcaldes y concejales de más de 50 municipios de AMAC en Asamblea 2024

Todo ello sin olvidar la consigna principal de operar con máxima seguridad. Así, ha señalado que los municipios mantienen un contacto constante con el Consejo Seguridad Nuclear para conocer permanentemente las incidencias que se producen en las plantas y su posible afectación a las personas y al medioambiente. “Es solo a partir de la certeza de que las centrales han operado y operan de forma segura, que los municipios han podido mantener la convivencia durante décadas, aceptando las decisiones que toman los gobernantes donde siempre debe primar la seguridad a cualquiera otra cuestión”, ha añadido.

Sánchez Yebra ha destacado también el compromiso con el interés general de España de los municipios de AMAC, el cual motiva precisamente esta defensa en el uso de la energía nuclear, “no solo por sus intereses locales sino también por lo importante que es para el éxito de las políticas contra el cambio climático”.

Por todo ello, AMAC considera que es “de vital importancia que se revise el acuerdo firmado por las empresas eléctricas y Enresa”, fijando un nuevo calendario para el cierre de las centrales nucleares que asegure la participación de la energía nuclear durante la transición energética hacia una energía limpia con cero emisiones de CO2, prevista actualmente para 2050.